La inversión en vivienda representará en 2030 un tercio de toda la inversión directa mundial en el sector inmobiliario, por encima del 25 % en 2020 y el 14 % en 2010, según la previsión de JLL.
La consultora explica que la cuota de flujos de capital del sector seguirá viéndose impulsada por tendencias demográficas positivas y por factores favorables para la economía y los mercados de capitales, que potenciarán la expansión en mercados consolidados y acelerarán el crecimiento en mercados emergentes de Asia-Pacífico y Europa.
El análisis de JLL, incluido en el informe Oportunidades de crecimiento en el sector Living, indica que los flujos de capital hacia el sector se han acelerado en los últimos cinco años y que se concentran sobre todo en el segmento residencial convencional y de construcción de vivienda destinada a alquiler (build to rent), ya que los inversores reconocen cada vez más el perfil de rentabilidad favorable, las oportunidades de crecimiento y los sólidos fundamentos en materia de arrendamiento que ofrecen estos activos.
En 2020, a nivel mundial, los inversores asignaron al sector residencial un capital total cercano a los 200,000 millones de dólares y JLL prevé que su predisposición hacia estos activos se incremente ante la creciente urbanización y otros factores, como la asequibilidad de las casas.
Las tendencias demográficas, los fundamentales económicos y la normativa local son los factores que, según la consultora, han impulsado el desarrollo de sectores maduros en zonas geográficas como Estados Unidos, Alemania, Países Bajos y el Reino Unido.
Aunque sólo un número reducido de mercados se consideran maduros actualmente, el protagonismo sectorial se está intensificando en países económicamente potentes como Australia y Canadá, mientras que la consolidación de la vivienda en propiedad se evidencia en países europeos más pequeños y siguen abundando oportunidades en regiones de difícil acceso.
Sin embargo, el análisis de JLL muestra que los posibles riesgos y rentabilidades no están repartidos por igual y que los mercados con mayores desequilibrios entre oferta y demanda ofrecen las mejores oportunidades de penetración y crecimiento del sector, si bien presentan más desafíos para los inversores que los mercados maduros.